Devuelto a sus armadores, continúo su ruta a puertos USA.
En 1956, cuando el famoso trasatlántico italiano ANDREA DORIA, colisionó con el trasatlántico sueco STOCKOLM, fue el ILLE DE FRANCE, que se encontraba en las cercanías quien salvo a muchos de sus pasajeros, volviendo a New York, interrumpiendo su viaje.
Los nuevos tiempos lo hicieron antieconómico, y en 1959, con el nombre FURANZU MARU, realizo su viaje a Osaka para ser desguazado.
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