En la carretera de Ferrol a Valdoviño, en San Mateo de Trasancos, ya en Narón, en su cementerio se puede ver una lápida donde están enterrados los tripulantes del MAR CANTÁBRICO, fusilados en el Arsenal de Ferrol en 1937, junto con otros tripulantes extranjeros, incluido un ciudadano USA, era la tripulación de uno de los buques mercantes con una de las historia mas interesantes de la guerra civil española.
Construido en Bilbao en 1930, pertenecía a la Naviera del Nervión, y junto a otros buques de la misma compañía, hacía la ruta de la Península a los puertos U.S.A del Golfo de Méjico y Veracruz, su capitán Serafín Santamaría, llevaba en la naviera desde alumno. Al comienzo de la guerra se encontraba en Valencia, donde fue usado como buque prisión, participando como trasporte en los intentos de ocupación de Ibiza.
Efectuó algunos trasportes de naranjas a Inglaterra, pero fue su principal misión en la guerra, por mandato del gobierno republicano, fue traer uno de los mas importantes cargamentos de armas a la República desde New York y Veracruz, cosa que efectuó en Abril de 1937, ni que decir tiene que todos sus movimientos fueron controlados y se puso en marcha su caza y captura a su llegada a las aguas españolas, cosa que hizo el crucero Canarias.
Su puerto de destino era Santander, y su tornaviaje lo efectuó en Marzo, interceptados sus mensajes, navegaba con el nombre de ADDA, buque inglés. Avistado por el Canarias, intentó escapar pero era inútil, un equipo de presa, no si un tiroteo que costó más de una vida, se hizo con el buque. Sus tripulantes intentaron incendiar su valiosísimo cargamento.
Conducido a Ferrol, señalar que un solo tripulante salvó su vida arrojándose al mar, y siendo rescatado por un pesquero francés, el resto de la historia ya es conocida.
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