La Holland America Lines se puede considerar como una de las pocas navieras que a día de hoy mantienen aun una considerable flota de buques de pasaje, asiduos visitantes de los puertos españoles, una naviera de antigua tradición en este tráfico, si bien es cierto que en otros muy diferentes tiempos, pero ha sobrevivido, cuando muchas hace lustros que desaparecieron.
Siempre su flota se distinguió por su elegante diseño, a la par que una robusta construcción, el gusto por el detalle propio de los holandeses.
Era normal que sus buques portasen nombres de ciudades holandesas, que se han repetido a lo largo de su historia, pues hoy en día el Niew Ámsterdam, es uno de sus mega barcos de crucero, pero hubo otro NIEW AMSTERDAM de diferente silueta e historia más interesante, fue el construido en 1937, botado en Mayo de 1938 hizo su primer viaje a New York, su ruta normal, en 1939 viendo la guerra venir quedó por si las moscas atracado en New York.
Invadida Holanda por los alemanes, fue dispuesto al servicio británico, a su ministerio de Transportes, conducido a Halifax, se le desmontó todo su lujoso mobiliario, alfombras, cortinas, etc., y se le convirtió en transporte de tropas pudiendo transportar 8000 soldados, tamaño americano, siendo su manejo llevado por la Cunard, así transporto miles de quintos por todos los escenarios bélicos, se libró de torpedos y aviones, y una vez acabada la contienda regresó en 1946 a Ámsterdam después de 6 años de servicio militar.
Fue un buque muy querido, con un toque especial que lo hacia ser el preferido de muchos viajeros, disfrutó de una larga postguerra haciendo línea regular y cruceros, cosa que ya solamente hizo de 1971 a 1974, en que su maquina agotada y necesitado todo él de profundas actualizaciones, inclinaron a su armadora a mandarlo al desguace.
Se le permitió a todos sus tripulantes llevarse un recuerdo del mismo, el piano no, pues volvieron en avión y había exceso de equipaje, y las bitas tampoco, y así fue como en 1974 termino sus días en un desguace de Taiwán.
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